Alejandra Coz Rosenfeld
Fotografía : https://alejandracozrosenfeld.cl/bio/
22 mars 2021
Soline : En una entrevista (2013), tu madre explicaba que tuvo un período que dejó el grabado, y que empezó a cuestionar su trabajo para encontrar otra forma artística, más adecuada, para denunciar la dictadura de Pinochet. Me surgió entonces esa pregunta: ¿Qué es el signo exactamente? ¿Qué es lo que tiene el signo y que no tiene el grabado?
Alejandra : Lotty inició su carrera como grabadora. En la casa que vivíamos en aquella época –yo era muy pequeña– en su taller había una prensa donde hizo grabado, prensa que posteriormente utilizó para hacer panfletos. Hoy los he vuelto a mirar, estoy organizando su archivo y trabajar en ello me permite percibir la manera en que un artista va buscando el camino, ella comenzó grabando y luego sofisticó su expresión artística. Con el grabado también evidenciaba situaciones, algunas. Más cotidianas, sin dejar de lado la mirada aguda que caracteriza su obra, el grabado podría ser signo también. Cuando vino el golpe de estado, fue inminente y urgente buscar un nuevo lenguaje. En paralelo a su búsqueda personal, que derivó en la intervención del signo de tránsito, forma junto a otros artistas el CADA (Colectivo Acciones de Arte) quienes a su vez exploran y buscan otros nuevos lenguajes. Todo sucede de manera simultánea, ella se encuentra con el signo, que posteriormente será intervenido transformándose en un signo más o una cruz, de allí el título de su primera intervención: Una Milla de cruces sobre le pavimento.
Ella relataba que estaba buscando una señal y de repente la vio: la línea intermitente que separa las vías de circulación vehicular, allí vio el signo y ahí comenzó ininterrumpida acción por más de 40 años. En 1979 hizo su primera milla. En esa época lo hacía con una cinta de género, la cual la pegaba con cola fría, después descubrió el maskin tape. Y no sólo era la acción, sino que estaba su trabajo con el video. Ningún trabajo está separado del otro, es como un tejido rizomático, si bien cada trabajo tiene vida propia hay momento se unen, como en el signo. Romper el signo y/o crear un signo nuevo también habla de algo, ella pretendía que se cuestionara la obediencia ciega, y atravesar el signo te dejaba pensando. El signo es un llamado al desacato, pero no a desobedecer por desobedecer. Las intervenciones se hicieron frente a puntos estratégicos (la Moneda en Chile, por ejemplo), sitios políticos, económicos. La obra de la Lotty no es entregada en bandeja sino que te obliga a reflexionar.
El signo es una metáfora, es otro lenguaje, otra manera de señalar igual que sus grabados, sus videos, mostrar que algo está sucediendo.
Soline : Lotty eligió dos herramientas para paliar los inconvenientes de las prácticas que consideraba como demasiado convencionales: la fotografía y el vídeo. ¿Tiene que ver el paso a la fotografía y al video con una voluntad de «mostrar» como método de denuncia (en vez de crear o representar)?
Alejandra : Lotty utilizó a lo largo de su carrera muchos elementos y formatos. No no hay un paso radical de la fotografía al video, son elementos que utiliza constantemente, ella trabajaba de manera múltiple. Le interesaba la multiplicidad de las imágenes como tratamiento de la imagen. Además, a veces sacaba de un video una imagen y la ponía en otro video, o insertaba una foto en un video, siempre sus creaciones dialogaban.
Soline : Al final, este cambio de práctica la llevó a salir a la calle, pero yo diría que no sólo fue un escenario que acogía sus obras, sino que la calle se transformó en la materia prima, ¿verdad? Digo, no sólo se trató de un desplazamiento del museo / galería hasta la calle, ¿cierto?
Alejandra : Bueno la calle fue su soporte, cuando andábamos en auto y veía personas pintando las líneas de la calle, decía: "están haciendo mi trabajo! Me están preparando el terreno." Siempre le interesó el diálogo entre el espacio cerrado y el espacio público. Lo interesante es que sacó la institución a la calle.
Soline : Salir a la calle significaba desplazar el arte extrayéndolo del universo institucional cerrado del museo / de la galería a un espacio más abierto, ¿no? Me imagino que bajo una dictadura, la calle no se podía considerar como un espacio tan abierto, se trataba de una transgresión.
Alejandra : Claro, había toque de queda y la calle no era un lugar seguro, menos para los que estaban en contra de la dictadura y transgredir el espacio público más interviniendo un signo de tránsito era muy arriesgado.
Yo creo que ella tuvo mucha suerte de que nada le ocurriera por distintos factores.
Soline : Bajo la dictadura, ¿cómo se organizaban las muestras, quién se reunía, dónde, y cómo se hacían las convocatorias?
Alejandra : Mira, imagínate que en esa época no había internet ni celulares, había el teléfono fijo, entonces era de boca en boca, por correo tradicional, así se organizaban.
Soline : ¿Era más difícil para la policía parar o interrumpir el movimiento?
Alejandra : La policía interrumpía y paraba, lo difícil era mantenerse frente a la violencia ejercida por ellos.
Soline : Pues leí esta mañana una entrevista de Las Tesis en la cual Sibila Sotomayor decía «vivimos en un país donde estamos regidas, regides y regidos por leyes hechas en dictadura», evidenciando que sigue existiendo una forma de censura que pesa sobre l@s artistas.
Alejandra : Absolutamente, sobre los artistas y sobre los chilenos. Mira, por ejemplo hay un grupo de dos artistas, son dos hermanos, Andrea y Gustavo, son chilenos que se llaman DeLight Lab que hacen video mapping, y hay una galería en Santiago que queda justo en la Plaza Dignidad, ex Plaza Italia, se llama Galería CIMA y está en la zona 0 del estallido social del año 2019, en una azotea de un edificio que mira hacia la emblemática plaza, la primera acción que realizaron fue proyectar el rostro de Catrillanca, un mapuche que asesinaron. Y después comenzaron a proyectar ciertas palabras, la policía, puso unas luces potentísimas sobre las letras, lo que las borraban. Ese es un ejemplo y ocurrió el año pasado. En la misma plaza había una estatua con un caballo y un soldado. La estatua de Baquedano. Y bueno, la pintaron, la rayaron durante el estallido y es el punto de encuentro cuando hay manifestaciones. Hace dos semanas el gobierno decidió sacar el caballo con la estatua, se lo llevaron y esa plaza la rodearon con un muro, y eso también es un tipo de censura, y está lleno de policías ese lugar, la gente que vive allá en el centro está permanentemente con lacrimógenas, bueno, más de 400 personas tuvieron lesiones, incluso mutilaciones oculares, disparaban a los ojos. La pandemia a este gobierno le vino de alguna manera como caída del cielo porque la gente obviamente no podía salir. Existen muchos tipos de censura aquí. Porque es un gobierno que no se puede comparar con Bolsonaro ni Trump, porque no es abiertamente de extrema derecha, pero hay ministros que sí lo son, Pinochetistas. Incluso Las Tesis recibieron una especie de amonestación por parte del gobierno.
Soline : Lotty explicaba que a la hora de nombrar el colectivo (CADA), eligieron Acciones de Arte y no Acción Política, añadiendo «nosotros iniciamos las acciones de arte en el espacio público». Pues, me interesa la anécdota de la elección del título del colectivo, porque cuando inicié la investigación sobre lo que es teóricamente un/a performance, me enfrenté inmediatamente al reto de la denominación de las prácticas que se reúnen bajo esta apelación. Se suele hablar de performance, arte acción, acción de arte. ¿Por qué haber elegido Acciones de Arte?
Alejandra : Es Plural! Porque visionaron que serían varias. Yo pienso que no utilizaron la palabra política porque era peligrosa y para no ser evidentes. Cuando realizaron la intervención con los camiones de leche en frente del Museo Nacional de Bellas Artes MNBA en Santiago de Chile, Inversión de Escena, para conseguir los camiones SOPROLE –que era la marca de la leche–hablaron sobre ecológica, que estaban apoyando la ecología pro animalista. Se aprovechaban de la ignorancia de las personas en el Arte. Ella decía que en esa época pocos sabían lo que era el body art o el land art.
Soline : ¿Cuáles fueron las influencias de Lotty? ¿Bajo la dictadura tenía acceso a influencias exteriores al país? Por ejemplo, de los Estados Unidos donde, según una parte de la crítica, se conceptualizó y emergió el arte del performance?
Alejandra : Sus influencias guau, eso es para largo, ahora que ordené su biblioteca, se me ocurren nombres como: Nam June Paik ,Tapiès, Beuys, Mona Hatoum. No se me vienen más ahora mismo. Y sí había influencia de afuera, de alguna forma llegaba a Chile, algo tardía pero llegaba. Además Lotty viajó mucho, incluso en plena dictadura.
Soline : A pesar del contexto político, ¿consiguió realizar un «artist call» para el No+ (años 80)? ¿Cómo lo consiguió? ¿Fue más fácil una vez pasados los primeros años de la dictadura?
Alejandra : Sí el CADA realizó un artist call primero con las bolsas de la leche, Para no morir del hambre en el Arte. Donde se invitó a otros artistas que residían en el extranjero a intervenir las bolsas de leche y luego con el No +.
No, no fue nunca fácil, siempre fue difícil, y creo que lo lograron porque eran astutos, tenían una estrategia, se movían muy bien.
Soline : ¿Qué lugar ocupa la lucha feminista en el trabajo de Lotty? El NO+ inspiró a muchos colectivos y organizaciones feministas. En aquella época, ¿Lotty ya consideraba que el NO+ de por sí formaba parte de la lucha feminista?
Alejandra : Es parte de un todo, atraviesa su trabajo y su vida, su manera de ser tanto como artista y como mujer, siempre transitó como feminista; siempre luchó por los derechos de la mujer y por supuesto que el No + aborda eso también.
Lotty formó parte de Mujeres por la Vida. Eran mujeres contra la dictadura, era algo muy poderoso que todavía existe, las mujeres tenemos la capacidad de ser genuinamente transversales, somos así, en Mujeres por la Vida, había mujeres de distintos partidos políticos, clases sociales, educación, las mujeres se mezclaron.
El CADA crea el NO+ y Mujeres por la vida NO+ porque Somos +, que se usa hasta hoy en las manifestaciones del 8M. Mi madre utilizó la calle siempre, y Mujeres por la Vida fueron casi las primeras en salir a la calle en la dictadura. Cuando ella murió, me escribieron muchos jóvenes, muchos artistas que ni siquiera conocía, pero ellos me decían que ella había sido una inspiración para ellos. Más allá de la rebeldía, era una mujer muy valiente. Por supuesto, nunca fue cualquier calle, nunca, jamás. Aunque parecía que fuera cualquier calle siempre detrás había una historia donde en el fondo se denunciaba. Jamás fue al azar, siempre era elegida.
Soline : En cuanto al colectivo Mujeres por la vida, ¿por qué resulta tan importante tanto a nivel artístico como sociopolítico que existieran colectivos integralmente constituidos de mujeres, en particular en América Latina? Te lo pregunto porque al estudiar las performances archivadas en la página web Instituto Hemisférico, me di cuenta de que los colectivos están conformados en mayoría por mujeres, pero ciertos incluso prohíben la integración de hombres. ¿Te parece que es una tendencia común en América Latina, al menos en Chile?
Alejandra : Mujeres por la Vida fue y sigue siendo un colectivo solo de mujeres. Espero que sea una tendencia mundial que los colectivos de mujeres sigan siendo solo de nosotras.
Soline : En un documental escuché que Mujeres por la vida se formó porque los hombres no llegaban a un acuerdo para formar un grupo y enfrentarse a la dictadura, y que por ello les tocó a las mujeres hacer algo. ¿Qué opinas?
Alejandra : Que la revolución será feminista o no será.
Soline : ¿Qué piensas tú de la evolución del colectivo Mujeres por la vida, qué relaciones tuviste con sus miembros? ¿Al final qué pasó con el colectivo, sigue activo de alguna manera?
Alejandra : Yo crecí con las reuniones de Mujeres por la Vida en mi casa, y hasta el día de hoy tengo relación con alguna de ellas. Sí, está activo y está ligado obviamente al movimiento feminista chileno. Se hizo una campaña cuando fue el estallido social que se llamó “Yo quiero Mujer”. Invitaban a todas las mujeres que escribieran un letrero Yo quiero mujer, y lo rellenaran con sus peticiones, qué sé yo, “un país más justo”. Entonces, invitaban a las mujeres sin ningún tipo de restricción a escribir lo que quisieran y después, en una de estas múltiples manifestaciones que hubo, lo proyectaron y pegaron carteles por el centro dela ciudad, a su manera ha seguido funcionando, y se revivió esa memoria, con el documental Hoy y no mañana de Josefina Morandé, el que tú viste.
Soline : Lotty conservaba muchos archivos, ¿te parece que con la fotografía y el vídeo tu madre tenía el objetivo de que permaneciera su obra y sobre todo que se pudiera transmitir sencillamente, que se volviera un archivo, una fuente a la que recurrir?
Alejandra : Sí, sí, hoy puedo decir que venimos de una familia donde la memoria es algo trascendental. Yo creo que ella fue visionaria en ese sentido. Guardó lo del CADA por muchos años, los afiches de Mujeres por la vida, catálogos de primeras exposiciones de artistas contemporáneos a ella, prensa, panfletos, material de cámara, su archivo es un patrimonio histórico. Y yo creo que ella sabía lo que era importante.
Sabía que su obra estaba viva –la memoria da vida– y lo sigue estando, a medida que van sucediendo hitos históricos y políticos, la obra se va cargando, nutriendo, por ejemplo cuando salió Trump, por supuesto que la intervención frente a la Casa Blanca adquiere otra lectura.
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